Cuando aparece el tema de los contenidos en las reuniones que los directivos de una empresa llevan a cabo con los responsables de un equipo de marketing (sobre todo si este ha sido subcontratado), no son pocas las ocasiones en las que surge la controversia: para aquellos profesionales que no se dedican a la comunicación (digital o no), el concepto de Content Marketing suele quedar reducido a la mera redacción de artículos. Obviamente, esta pobre concepción está muy alejada de la realidad, y puede acarrear serias y negativas consecuencias que afecten al plan y a la estrategia general de marketing de cualquier marca (o web, o corporación, o blog, etc.).
El Marketing de Contenidos es una disciplina fundamental dentro del Marketing Online, sin la cual es imposible concebir un correcto desarrollo de un negocio digital, pertenezca éste al sector que pertenezca. Una parte esencial del Content Marketing es la elaboración de contenidos, en efecto, pero para que estos tengan el impacto deseado (el más rentable posible) es preciso que partan de una estrategia estructurada con minuciosidad, así como que se destinen los recursos necesarios para ello (tanto en la etapa inicial —durante el planteamiento del plan de marketing— como en las posteriores —una vez ya ha comenzado a aumentar el flujo de usuarios y de ventas y queremos mantenerlos y, a ser posible, hacerlos crecer aún más). Solo de este modo lograremos incidir de manera adecuada en el posicionamiento SEO y escalar puestos en los motores de búsqueda.
Quiénes somos, dónde estamos y a dónde queremos llegar
En primer lugar, y antes siquiera de pensar en qué temáticas van a abordar los artículos que publiquemos en nuestro site, debemos entender muy bien quiénes somos, a quién nos enfrentamos, a quién nos dirigimos y clarificar y detallar (¡por escrito!) cuál es el objetivo primordial de nuestra empresa. Para ello (para cimentar nuestra estrategia de Content Marketing como es debido) es necesario realizar un estudio exhaustivo tanto de nuestro mercado (fijándonos mucho en nuestros competidores, en quiénes son y en qué están haciendo en materia de Marketing de Contenidos) como de nuestro público objetivo. Estos pasos previos son imprescindibles para poder difundir nuestra imagen de marca de manera óptima y no ir dando palos de ciego en el futuro (con la consecuente pérdida de tiempo, ánimo y dinero).
El posicionamiento SEO, la indexación web y las palabras
Ya que uno de los principales objetivos de toda estrategia de Content Marketing será conseguir que nuestra web aparezca en los primeros puestos de los motores de búsqueda (es decir, que seamos indexados gracias a determinadas —y muy estudiadas y medidas— palabras clave o keywords), hemos de prestar especial atención tanto a lo que nuestro target quiere escuchar (o leer o recibir de nosotros), así como a la forma en la que lo formulamos: es decir, que en el Marketing de Contenidos es tan importante el tema (el qué) como la manera de contarlo (el cómo).
Aunque los criterios por los que Google se rige a la hora de posicionar e indexar una web van cambiando de manera constante, la evolución de Internet y, con ella, del Marketing Digital, han ido asentando unas bases que apenas han mutado, grosso modo, con el paso de los años. Así, parámetros como la originalidad, la utilización de palabras clave (en los artículos, en los metadatos, etc.) o el link building (la inclusión de enlaces en otras webs que remitan a la nuestra) continúan siendo a día de hoy factores determinantes en cuanto al posicionamiento orgánico (SEO) de un site se refiere. Como habrás podido deducir, dichos parámetros (y muchísimos otros) están interrelacionados, por lo que, como apuntábamos al inicio de este post, descuidar alguno de ellos puede ser fatal para la estrategia global de Content Marketing.
Asimismo, otro de los factores determinantes para que una campaña de Marketing de Contenidos fluya por los cauces adecuados es la correcta difusión de nuestro contenido. Es decir, que debemos saber a través de qué canales presentar nuestros artículos a nuestro público objetivo (dando así a conocer nuestra firma), en qué momento hacerlo y con qué frecuencia. Desviarnos en cualquiera de estos aspectos también repercutirá, antes o después, en nuestra estrategia de posicionamiento SEO.